Biografía Kázäck Runatótem

Capitulo primero

La tribu Pezuña Astuta era una pequeña tribu formada por unos veinte valientes, que se dedicaba básicamente a la cría de zancudos y producción de harina. La tribu permanecía en las praderas de Mulgore, cerca de la frontera con Los Baldíos. Hacía pocos años en el poblado nació Grázäck, hijo de Mázäck y Coira, que fue un gran guerrero, era el símbolo de la tribu, sus padres, y en definitiva toda la tribu, estaban orgullosos de él. A sus dos meses cazó un zancudo a golpes de palo, y no era solo fuerza bruta, sino que también tenía un gran interés en la cría de estos animales y en el cultivo de flores de paz, o hojaplatas.

-Espíritus del fuego, del agua, de la tierra y del aire, os ofrezco mi hijo para vuestros servicios! – Exclamó el viejo tauren, alzando el pequeño en el aire, dirigido a la gran piedra del Kodo, mientras la madre observaba a su segundo hijo nacido sin problemas algunos.
-Mázäck, ya he terminado con las hierbas. – Anunció el herborista de la tribu, mientras se acercaba a la madre, que seguía perdiendo sangre. – Ten, Coira, esta mezcla de flor de paz te hará dormir un rato, lo necesitas. Ya esta triturado, solo tienes que inspirarlo y entrarás en un profundo sueño.
La pobre Coira intentó moverse para poder ver a su segundo hijo, pero Mairn, el herborista lo impidió, necesitaba descansar o podría perder demasiada sangre. – Tranquila, ha ido todo bien, se le ve sano y bueno, aunque un poco débil. Necesita descansar, pero tu más. Inspira las hierbas, vamos, no querrás dejar a Mázäck solo? – La tauren inspiro fuerte y no tardo en cerrar los ojos. Mientras, Mázäck cubría al recién nacido tauren con una manta de piel de kodo, la de la familia Runatótem, chamanísticos de la tribu Pezuña Astuta.
Aprovechando que la madre estaba dormida, la llevaron al campamento en un kodo, y una vez llegarón el jefe cogió la lanza real de la tribu Pezuña Astuta y cortaron el cordón umbilical, que aun unía a madre e hijo.



Era ya oscuro y el pequeño Kázäck aun no había vuelto cuadno llegó Mázäck, que abriendo la tela en forma de puerta del tipi Runatótem avisaba de su llegada:
-Ya estoy aquí, Coira, Kázäck se nos ha quedado en el pozo Ferocrín. Ese estúpido no llegará nunca a ser un buen chamán. Defraudará los runatótem! Grázäck, aver si tu le puedes reconducir, si no quiere instruirse en el chamanismo, hazlo un gran guerrero.
El joven tauren se fue del tipi, casi sin saludar a su padre. – Adios mamá, voy a buscar a Kaz, volveré en poco.

Una vez llegó cerca del pozo encontró al pobre Kázäck llorando al lado de un árbol, junto a un lobo que se acercaba. Al principio Grázäck fue corriendo a socorrerle, hasta que vio que le estaba hablando, y el lobo se lo quedaba mirando, sin atacar. Escondido detrás de un árbol consiguió escuchar la conversación.
-Si, ven estúpido lobo, muérdeme, matame! Mejor eso que “humiliar a tu familia”, como diría mi padre. Tiene razón, no sirvo para nada. “glub” Los espíritus del agua no me han aceptado, aunque él cree que solo soy un inútil vago que no quiero escucharlos.
El lobo giró la cabeza como si quisiera saber más sobre el tema.
-Tu tienes suerte, no tienes a nadie que deba ser un ejemplo para ti, eres libre. Yo tengo que parecerme a mi padre o sino a mi hermano. Pero se que es imposible, nunca seré nada, los espíritus no me guían y Grázäck es demasiado bueno en todo como para parecerme a él.
Se le cayeron unas lagrimas al hermano mayor mientras se acercaba a su hermanito.
-Tranquilo, seguro que serás un gran honor para los Runatótem. Tienes seis meses, aun no has cazado nada, pero algún día demostrarás tu valía. Confío en ti, Kaz, se que tu no me defraudarás nunca.
-¿Y tu me defraudarás a mi?
-¡¿Encima que te ayudo, aun te quieres reir de mi?! – El hermano hizo gesto de intentar ahogar al pequeño, y explotaron a risas los dos. – Va, que hoy he traído pan recién horneado del poblado Pezuña de Sangre. Vamos para casa.
-¿Grázäck, puedo traerme a Xispa a casa? Si tu me entiendes cuando te hablo y vives en casa, porqué ella no? – Preguntó, con las lagrimas ya secadas.
-Ehm...pues nose...no creo que en el pueblo sobreviva algún animal peligroso...mejor que lo dejes en el bosque, ya volverás mañana a jugar con... Xospa?
-Xispa.
-Bueno, pues Xispa. Dile adiós y nos vamos.

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Se irán añadiendo los capítulos semanalmente.